CABA – BLENDING LEARNING
"Capacitación e Innovación
Tecnológico-Científica. TIC´s para la mejora de la Capacitación y del Servicio
de Justicia"
SUBTEMA: Tecnología
en Capacitación – Aulas Virtuales
PONENCIA: Modalidades de utilización de las
TIC en la capacitación
Autores:
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Dr. Eduardo Molina Quiroga
Secretario Ejecutivo Centro de Formación
Judicial
Dr. Carlos María Parise
Director Centro de Formación Judicial
Dra. Lucrecia N.
Córdoba
Responsable
Departamento Formación Judicial y Administrativa
Dra. Andrea
Krawchik
Oficina
de Gestión de la Capacitación y Apoyo Administrativo
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Dirección:
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Esmeralda 189,
piso 9º
Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (CP 1035ABB)
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Teléfono:
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011-4370-8500 int. 2260
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Correo electrónico:
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SUMARIO:
Aún cuando su uso
suele generar considerables ahorros, es importante tener en cuenta que no puede
visualizarse a las TICs en la capacitación como un mero y exclusivo medio de reducción de costos, sino como la
utilización de nuevas herramientas que mejoren en cantidad y calidad el proceso
de enseñanza-aprendizaje.
A pesar de conservar plena vigencia, el
denominado e-learning (para enseñanza no presencial, tal vez la forma
por excelencia de incorporación de TIC’s), en sus distintas variantes, ha
debido morigerar las expectativas que había creado. En ese contexto, y con la
intención de superar algunos de los inconvenientes surgidos, en la actualidad
se desarrollan diversas modalidades de enseñanza-aprendizaje conocidas como blended
learning, o "aprendizaje
combinado" (mixto, hídrido, etc.), que articulan, con diferentes proporciones, el rol tradicional o presencial
con el rol a distancia o no-presencial. El capacitador ejerce, conjunta o
alternativamente, sus habilidades de "formador" con las propias de un
"tutor", ya que pasa de una modalidad a otra, o emplea ambas
simultáneamente, y trata de tomar lo
mejor de cada una de ellas.
Las diversas modalidades de blended
learning, abren la posibilidad de incrementar el alcance de la capacitación
mediante el uso de TIC’s, al permitir adaptar su uso a los contextos
institucionales, poblacionales y por supuesto, presupuestarios.
En síntesis, sin desconocer los obstáculos
de orden presupuestario, cultural o institucional que suelen presentarse para
desarrollar escenarios integrados de capacitación mediante el uso de las TICs,
afirmamos que existen múltiples modalidades de combinación de métodos
tradicionales con apoyo de las referidas TICs, que permiten adaptarse, sin
dogmatismos, a los distintos contextos, y por lo tanto es posible y necesario
utilizar los nuevos instrumentos para mejorar la calidad y la extensión de la
capacitación
INTRODUCCIÓN[1]
La velocidad exponencial con que evolucionan
las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TICs) y el similar
incremento en su uso generalizado constituyen un desafío para los poderes
judiciales en diversos sentidos. En esta oportunidad, nos referiremos a la
utilización de las TICs (o NTIT[2])
en el ámbito de la capacitación, con la intención de actualizar conceptos y
proponer algunos criterios[3].
Es importante
tener en cuenta que no puede visualizarse a las TICs en la capacitación como un
mero y exclusivo medio de reducción
de costos, sino como la utilización de nuevas herramientas que mejoren en
cantidad y calidad el proceso de enseñanza-aprendizaje, una de cuyas especies
es la capacitación en general y la judicial en particular.
Una somera síntesis muestra diversas posiciones, que abarcan desde los “tecnófilos”,
para quienes lo central es hacer uso de la tecnología, independientemente de
los objetivos, hasta el extremo de los “tecnófobos”, que rechazan todo
tipo de uso tecnológico. Entre esos extremos, y en un amplio abanico, ubicamos
aquellas modalidades que incorporan la tecnología cuando lo consideran
conveniente, de acuerdo a sus objetivos, priorizando los aspectos pedagógicos
sobre los tecnológicos.
BLENDED LEARNING
El denominado e-learning, identificado
con la enseñanza no presencial, o Educación a Distancia no ha perdido vigencia,
pero con la intención de superar algunos problemas para su implementación, en
la actualidad se desarrollan diversas modalidades de enseñanza-aprendizaje
conocidas como blended learning, o "aprendizaje combinado" (mixto, hídrido, etc.), donde se
combina el rol tradicional o presencial
con el rol a distancia o no-presencial.
El capacitador,
con diferentes proporciones, articula el rol tradicional o presencial con el
rol a distancia o no-presencial y ejerce, conjunta o alternativamente, sus
habilidades de "formador" con las propias de un "tutor".
Pasa de una modalidad a otra, o emplea ambas simultáneamente, y trata de tomar lo mejor de cada una de
ellas. En estas variantes se utiliza Internet y herramientas multimedia tanto
como instrumentos tradicionales, mezclándolas de acuerdo al contexto y
posibilidades.
De acuerdo a las
proporciones de uso de tiempo-distancia-presencia, el blended learning puede agruparse en: a) enseñanza 100% a distancia
(e-learning total); b) enseñanza a distancia con momentos presenciales obligados
(por ej.: evaluaciones); c) enseñanza a distancia con tutorías presenciales de
asistencia voluntaria; d) enseñanza que contempla sesiones presenciales
voluntarias y obligatorias. Ello no excluye otras experiencias, como por
ejemplo, la desarrollada por el Centro Ricardo Nuñez, de módulos
autoadministrados.
Las diversas modalidades de blended learning, abren la posibilidad
de incrementar el alcance de la capacitación mediante el uso de TIC’s ya que
pueden adaptarse a los contextos institucionales, poblacionales y por supuesto,
presupuestarios[4].
El modelo
tradicional de educación basado en las clases magistrales del docente, en la
toma de apuntes por parte del alumnado y en la lectura – y memorización- de una
serie de textos bibliográficos por parte de éstos antes de presentarse a un
examen, está en crisis, según la opinión mayoritaria de los especialistas.
En este contexto, supuestas
innovaciones pedagógicas que se promueven no representan una alteración o
modificación sustantiva del modelo clásico de enseñanza y la incorporación de
nuevos recursos tecnológicos no alcanza para modificar las metas de enseñanza,
ni el papel y funciones docentes, o la actividad de aprendizaje del alumnado,
ni de los métodos de evaluación.
Sin embargo, podemos rescatar como
beneficios de la incorporación de las TICs a los procesos de enseñanza
aprendizaje, incluida la capacitación, la posibilidad de extenderla a sectores
que no pueden acceder a las aulas, al romper las barreras del tiempo y el
espacio; la neutralización del docente como fuente principal o única del
conocimiento, ya que Internet permite romper ese monopolio del saber, al
permitir que cualquier estudiante o capacitando acceda al sitio web de otros
centros educativos del resto del mundo y conocer una enorme variedad de
propuestas docentes, bibliografía, temarios, etc.. Con Internet, el proceso de
enseñanza-aprendizaje no puede consistir en la mera recepción y memorización de
datos recibidos en la clase, sino la permanente búsqueda, análisis y
reelaboración de informaciones obtenidas en las redes. Las facilidades que
ofrecen las TICs para transmitir la información que antes solo podía “darse” en
el aula, convierte el problema pedagógico no en la mera transmisión del
"saber", sino en enseñar al capacitando a hacer frente de modo
racional a la ingente y sobrecogedora cantidad de información disponible en una
determinada disciplina científica y a desarrollar destrezas y habilidades para
“hacer mejor”. La formulación de problemas relevantes, la planificación de estrategias
de búsqueda de datos, el análisis y valoración de las informaciones
encontradas, la reconstrucción personal del conocimiento deben ser las
actividades de aprendizaje habituales en el proceso de enseñanza, en
detrimento, de la mera recepción del conocimiento a través de apuntes de clase.
De este modo, el capacitador
debe dejar de ser un "transmisor" de información para convertirse en
un tutor que guía y supervisa el proceso de aprendizaje del capacitando.
La utilización de las redes
telemáticas en la capacitación requieren un aumento de la autonomía del
capacitando, lo que exige un modelo de capacitación caracterizado, entre otros
rasgos, por el incremento de su capacidad sobre su proceso de aprendizaje, así
como por una mayor aptitud para seleccionar y organizar su curriculum
formativo, vinculado al concepto de aprendizaje abierto y flexible.
La incorporación de las TIC
suponen una ruptura en los modos y métodos tradicionales de enseñanza y sus
efectos también tienen que ver con nuevas modalidades organizativas de la
enseñanza. Lo relevante no es el número de horas que están juntos en la misma
clase capacitandos y capacitadores, sino el cumplimiento por parte de los
primeros de las tareas establecidas y tutorizadas (en muchos casos
telemáticamente) por el docente. Esto nos introduce a las variantes del blended learning, admitiendo modalidades
de semi-presencialidad. Las TICs permiten incrementar la comunicación entre el
docente y educandos independientemente del tiempo y el espacio, ya sea de forma
sincrónica (videoconferencia, chat) o asincrónica (correo electrónico, foros de
discusión, plataformas de educación a distancia); facilitan que grupos de
capacitandos y capacitadores constituyan comunidades virtuales de colaboración
en determinados temas o campos de estudio.
Más allá de estas ventajas, el desafío no es cambiar la tecnología sino
la pedagogía. Si marchamos en esa dirección, habremos avanzado. De lo
contrario, sólo habremos informatizado el statu
quo.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 13 de septiembre de 2018.
[1] Parte de esta presentación
fue presentada anteriormente en otra ponencia elaborada por los coautores y por
el Dr. Juan Pablo Mas Vélez.
[2] Nuevas Tecnologías de la Información y de las Telecomunicaciones
[3] No es exagerado
decir que se advierte una suerte de frenesí por la
incorporación de TICs en el sistema educativo, del que consideramos parte el
ámbito de la capacitación judicial, y que existen también obstáculos para su
adecuada implementación.
[4] Cuestión esta
última, crucial en todas las organizaciones, pero en particular en los poderes
judiciales, ya que la formación mixta sigue siendo más barata que la
presencial.